El número de sangres que el mundo iluminó en dos halló el principio: tú y yo
Miguel Hernández
Mi madre y enojado eran muy generosos, padres alentadores.
Si he hecho una cita con usted, le debo la puntualidad, no tengo derecho a deshacerse de su tiempo, si no hago el mío.
Hay dos medios para refugiarse de la miseria de la vida: la música y los gatos.
Ya sabes, si te gusta algo, usted debe amarlo con independencia de que cuesta cinco dólares o 500 o 5000 dólares. Desafortunadamente, esa no es la forma en que nuestra cultura funciona, y qué compr...