Si quieres degollarte a ti mismo, no vengas luego a pedirme vendajes
Margaret Thatcher
Yo también cuando era joven, dejaba la lengua ociosa y hacía obrar a la mano; más ahora, al tocar la realidad, veo que los hombres, la lengua, no el trabajo, es la que todo lo gobierna.
Nadie parece perfecto. Tenemos que encontrar la paz con nuestra forma de ver y seguir con vida.
Si dios es el amo absoluto, todos los hombres son sus esclavos absolutos.
La experiencia solo es una aproximación. Jamás es una certidumbre