El hombre sensato cree en el destino; el voluble en el azar.
Benjamin Disraeli
La madurez del hombre es haber vuelto a encontrar la seriedad con la que jugaba cuando era niño.
El "etcétera" es el descanso de los sabios y la excusa de los ignorantes.
A un gran corazón, ninguna ingratitud lo cierra, ninguna indiferencia lo cansa.
¿Por qué se ha de temer a los cambios? Toda la vida es un cambio. ¿Por qué hemos de temerle?