El agua de la felicidad no se nos da a beber en vasos, sino en la palma de la mano
Ante todo, es preciso marchar cautamente y no dejarse llevar por optimismos exagerados.
El castaño está en flor de arriba abajo. Además, está lleno de hojas y se ve mucho más bonito que el año pasado
Creer en algo y no vivir para ello es deshonesto
¡Llorad, llorad queridos míos! ¡No serán éstas las últimas desgracias que sufriréis!