Yo no sé que la vergüenza y el miedo deben ser nuestros maestros, sino la compasión, la comprensión y el amor deben ser nuestras guías.
Kyan Douglas
(...) Fue solo un instante, pero estas palabras me trastornaron. Porque brillaron muy fuerte y me deslumbraron. Acabaron colmando mi corazón.
Tengo un miedo espantoso de que algún día se me declare santo: se adivinará la razón por la que yo publico este libro antes, tiende a evitar que se cometan abusos conmigo. No quiero ser un santo, ...
Arrastre sus pensamientos lejos de tus problemas... por los oídos, por los talones, o cualquier otra forma lo puede manejar.
¡Memoria! Te gusta engañarnos.