Una civilización se destruye solo cuando se destruyen sus dioses.
Emil Michel Cioran
No hay guerra más hiriente que entre hermanos y parientes.
Para que triunfe el mal, solo es necesario que los buenos no hagan nada.
Amarse a uno mismo es el principio de una historia de amor eterna.
Una vez curados de la locura de creer que el artista crea por razones de belleza; una vez que se ha reconocido que solo la necesidad le obliga a producir lo que quizá designaremos luego como belleza ...