La desesperación, carcome el alma y el corazón
No hay secretos para triunfar. En la práctica todas las teorías se derrumban. Todo se reduce a la suerte y a una larga paciencia.
Los regalos se hacen por gusto del que regala, no por mérito del que recibe
Sí, leí la historia. Pero no te hace bien. Hitler leyó la historia, también.
Cuando se trata de suerte, usted hace su propio.