El norteamericano blanco relega al negro a la condición de limpiabotas y deduce de ello que solo sirve para limpiar botas.
George Bernard Shaw
Nadie se da la muerte en un exceso de razón.
Me he arrepentido de haber hablado, pero nunca de haber guardado silencio.
Es preciso prestarse a los otros, pero no darse sino a uno mismo.
Es, a menudo, más conveniente disimular que vengarse.