Pero te extraño a rabiar, al extremo de que nuestra cama no la he vuelto a usar. Y si me cae una aventura, la revuelco en el sofá, por no herir el recuerdo que se anida en el colchón
Ricardo Arjona
La señora se arrodillara, diciendo su Ave María; Ella no cree, pero entre los católicos, incluso los escépticos son corteses.
No antepongas nunca los intereses pequeños o personales a los altos enigmas patrióticos y no abandonando jamás la línea recta que yo seguí en mi azarosa existencia, habrás rendido el mejor homen...
Hay que darse cuenta del contraste que existe entre estas cosas (las reales), y las que piensa él.
Algunas personas son tan amantes de la mala suerte que corren a medio camino a su encuentro.