A veces conviene soñar
Fiódor Dostoyevski
Vamos hoy a levantar la copa del amigo, necesito estar lo más cerca que pueda de ti y fundirme con tu espíritu divino y sentir que, si, se puede ser feliz.
La mayor parte del tiempo, al no unirse a palabras, mis pensamientos quedan en nieblas
Hay un algo santo, divino, escondido en las situaciones más comunes, que toca a cada uno de vosotros descubrir.
Entre la idea y la realidad, entre la moción y el acto, cae la sombra.