Tranqui, si puede hacerse no hay que pararse, es conocerse, jamás rendirse, no limitarse, muchos para ganarse el respeto juegan a odiarse y a esconderse, y eso es engañarse.
Nach
Un hombre acostumbrado a las adversidades no es fácilmente sorprendido.
Para alcanzar la libertad solo hay un camino: el desprecio de las cosas que no dependen de nosotros.
Por fin entendí la conexión entre los niños hurgando en busca de comida, y las placas de latón brillantes en las puertas delanteras de los bancos... Eso es casi todo lo que se necesita saber acerc...
Con ánimo rebozante y alegre entreguémonos a nuestro trabajo, aun cuando éste parezca insuperable.