En las grandes adversidades toda alma noble aprende a conocerse mejor.
Friedrich Schiller
En la antigüedad los libros eran escritos por hombres de letras y leídos por el público. Hoy en día los libros son escritos por el público y leídos por nadie.
Los hombres son tan simples y unidos a la necesidad, que siempre el que quiera engañar encontrará a quien le permita ser engañado.
La historia se asemeja a un sordo que contesta preguntas que nadie hace.
Es indudable que los juicios de la historia generalmente son erróneos.