El que no ama ya está muerto
Juan de la Cruz
El que exige jugar con las cartas boca arriba, tiene todos los triunfos en la mano.
Para borrar nuestras faltas a los ojos de los hombres son precisos torrentes de sangre; pero ante Dios una sola lágrima basta.
Toda la instrucción posible se adquiere con la vida y no con la escuela.
¿Por qué te fijas en la paja que está en el ojo de tu hermano y no adviertes la viga que está en el tuyo? [Mateo, 7, 3]