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Muamar el Gadafi: Nosotros no tenemos miedo. No ...
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Muamar el Gadafi
Nosotros no tenemos miedo. No estamos buscando vivir o escapar.
Muamar el Gadafi
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Creo que todo el mundo posee lo que podrÃamos llamar una inteligencia musical universal.
El único medio fiable de motivar a alguien es alentarlo a trabajar en lo que le gusta y le importa, con personas que le gusten y le importen. No hay atajos.
La energÃa que uno derrocha siendo niño, la energÃa que uno cree inagotable, se escapa entre los dieciocho y los veintidós años reemplazada por algo mucho menos brillante, tan falso como la exaltación de la cocaÃna: decisión, metas, cualquiera de los términos que propone la Cámara de Comercio. No era nada notable porque no aparecÃa de un momento al otro, con un estallido. Y eso es lo que daba miedo, pensó Richie. El hecho de que uno no deja súbitamente de ser niño. El chico que llevábamos dentro se escurre poco a poco, tal como el aire de un neumático pinchado. Y un dÃa, al mirarnos al espejo, nos encontramos con la imagen de un adulto. Uno podÃa seguir llevando vaqueros y asistiendo a los conciertos de rock; uno podÃa teñirse el pelo, pero la cara del espejo seguÃa siendo cara de adulto. Tal vez todo ocurrÃa mientras dormÃamos, como la visita de los ratones que se llevaban los dientes de leche.
«No -piensa-, los dientes no: los años.»
Entre el dÃa y el sueño estoy en casa
donde duermen los niños, tibios de correrÃas
y los viejos se sientan por la tarde,
y arden hogares y su espacio alumbran.
Entre el dÃa y el sueño estoy en casa
donde suenan campanas de oración
y muchachas, cohibidas por ecos que se extinguen,
se apoyan fatigadas en el brocal del pozo.
Y hay un tilo, que es mi árbol predilecto:
y todos los veranos que en él callan
se vuelven a mover en las mil ramas
y entre el dÃa y el sueño vuelven a despertar.