John Katzenbach: Disculpe -le dijo él-. ¿Pued...


Disculpe -le dijo él-. ¿Puede ayudarme? Me parece que me he perdido.brElla se sobresaltó. El hombre se encontraba medio en sombras, al lado de la portezuela abierta de su coche.br-¿Eh...?br-¿La he asustado? -preguntó.br-No, no, en absoluto...br-Perdone si...br-No, no pasa nada. Es que venía pensando.br-¿Tenía la mente en otra parte?br-Eso es.br-Conozco esa sensación -dijo el hombre, acercándose a ella-. Un pensamiento lleva a otro, después a otro, y antes de que uno se dé cuenta está a la mitad de una pequeña ensoñación. Perdone que me entrometa.br-La realidad -puntualizó ella- siempre se entromete.brÉl rió.

John Katzenbach


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