El pasado, decía Proust, no sólo es fugaz, es que no se mueve de sitio. Con París pasa lo mismo, jamás ha salido de viaje. Y encima es interminable, no se acaba nunca.
Enrique Vila-Matas
Finge, me grito mentalmente. Debes recordar cómo hacerlo. Acaba con esto de una vez o te pasarás aquí toda la noche. Muévete. Respira pesadamente. Es lo menos que puedes hacer.
¿Sabes cuál es el colmo de una silla? Tener cuatro patas, y no poder caminar.
Es mejor dejarse tentar por un croissant que por un hombre.
Creo que soy la persona ambiciosa más vaga del mundo.