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Francisco Ayala: Los políticos de hoy no tiene...

Los políticos de hoy no tienen la trascendencia que tuvieron los del pasado.

Francisco Ayala

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AhÃ estaba Neruda y unos metros mÃ¡s atrÃ¡s estaba yo y en medio la noche, la luna, la estatua ecuestre, las plantas y las maderas de Chile, la oscura dignidad de la patria. Una historia como Ã©sta seguro que no la tiene el joven envejecido. Ãl no conociÃ³ a Neruda. Ãl no conociÃ³ a ningÃºn gran escritor de nuestra repÃºblica en condiciones tan esenciales como la que acabo de recordar. QuÃ© importa lo que pasara antes y lo que pasara despuÃ©s. AllÃ estaba Neruda recitando versos a la luna, a los elementos de la tierra y a los astros cuya naturaleza desconocemos mas intuimos. AllÃ estaba yo, temblando de frÃo en el interior de mi sotana que en aquel momento me pareciÃ³ de una talla muy por encima de mi talla, una catedral en la que yo habitaba desnudo y con los ojos abiertos. AllÃ estaba Neruda musitando palabras cuyo sentido se me escapaba pero con cuya esencialidad comulguÃ© desde el primer segundo. Y allÃ estaba yo, con lÃ¡grimas en los ojos, un pobre clÃ©rigo perdido en las vastedades de la patria, disfrutando golosamente de las palabras de nuestro mÃ¡s excelso poeta.

Â¿Y quÃ© quieres?, Â¿es que sÃ³lo tengo que fiarme de las buenas personas?, tÃo, a las buenas personas las compran y las venden todos los dÃas. Tanto da que me fÃe de algÃºn autÃ©ntico cabrÃ³n de vez en cuando, al final viene a ser lo mismo. Quiero decir que no apostarÃa por ninguno de los dos.

las investigaciones indican que los mentirosos confÃan menos en aquellos a quienes mienten que si no les mintieran; y cuanto mÃ¡s daÃ±inas son sus mentiras, menos confÃan en sus vÃctimas, e incluso menos les agradan. Parece que los mentirosos suelen despreciar a las personas a las que mienten para preservar su ego e interpretar que su conducta estÃ¡ justificada.

Sustituir la psicologÃa del hombre, ya agotado, por la obsesiÃ³n lÃrica de la materia.