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Enrique Bunbury: Es mentira que el deseo siempr...
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Enrique Bunbury
Es mentira que el deseo siempre es verdad.
Enrique Bunbury
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En las pruebas tenÃamos un sector de 250m entre dos horquillas sobre un camino de gravilla en el que podÃa poner al Audi a 215km/h.
No publiques con facilidad lo que pienses, ni ejecutes cosa no bien premeditada primero. Debe ser afable; pero no vulgar en el trato. Une a tu alma con vÃnculos de acero aquellos amigos que adoptaste después de examinada su conducta; pero no acaricies con mano pródiga a los que acaban de salir del cascarón y aún están sin plumas. Huye siempre de mezclarte en disputas, pero no una vez metido en ellas, obra de manera que tu contrario huya de ti. Presta el oÃdo a todos, y pocos la voz. Oye las censuras de los demás; pero reserva tu propia opinión. Sea tu vestido tan costoso cuanto tus facultades lo permitan, pero no afectado en su hechura; rico, no extravagante: por que el traje dice por lo común quién es el sujeto...
El cristianismo es la doctrina que afirma que el hombre es profundamente culpable sólo por el hecho de nacer, y al mismo tiempo enseña que el corazón debe aspirar a desligarse del mundo, lo cual no se puede conseguir sino a costa de los más penosos sacrificios, por la dejación voluntaria, por el anonadamiento de sà mismo, es decir, por una total transformación de la naturaleza humana.
Por mucho que me diese vueltas y vueltas sobre el pequeño colchón, no llegaba a conseguir ni el más pequeño momento de sueño. Incluso masturbándose en esos casos no se siente ni consuelo, ni distracción. Entonces es la verdadera desesperación.