Marc Levy: Con la voz enternecida por las...


Con la voz enternecida por las sonrisas, me dijiste que siempre había que cortar por debajo del capullo, pues si no se corría el riesgo de herir a la rosa; y un hombre jamás debebrherir a una rosa, ¿no es así? Pero ¿quién piensa en lo que hiere a los hombres?

Marc Levy


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