Audaces Fortuna iuvat.
Virgilio
Una buena moraleja, milord: no basta con hablar, hay que hablar con discreción.
La gente ordinaria esperaba a que la vida les desvelase sus secretos, pero para unos pocos, para los elegidos, la vida revelaba sus misterios antes de apartar el velo.
Un hombre de inteligencia sana no puede ser feliz, porque la vida es para él una realidad, y ve que es una realidad terrible. Únicamente
Pero si tú puedes ver más allá de tus circunstancias actuales, si tú puedes tener esperanza para el futuro, tú tienes verdaderas riquezas, sin importar qué tanto dinero tengas en la cuenta de tu...