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Michael Ende: De tanto esperar, olvidó incl...

De tanto esperar, olvidó incluso porque esperaba

Michael Ende

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Volvieron a quedarse en silencio, pero era un silencio lleno de compaÃ±Ãa.

SÃ³lo quiero que se me recuerde como una persona que querÃa ser libre.

Una vez vencido el marxismo, las mayores dificultades se le presentan al fascista por el lado liberal, demoburguÃ©s, donde se apiÃ±an, no esas pobres aÃ±oranzas de la libertad perdida, como pretenden los plumÃferos llorones de la democracia, sino el frente oligÃ¡rquico capitalista; es decir, los dueÃ±os de los grandes periÃ³dicos, los directores de los grandes Bancos, todos los magnates, en fin, que ofrece en sus diversas formas el gran capitalismo moderno. Generalmente, todos ellos se muestran partidarios de la democracia liberal, apetecen un rÃ©gimen de libertad polÃtica. Pues son, en efecto, los representantes feudalistas, quienes equivalen en nuestra Ã©poca al rÃ©gimen feudal de los grandes seÃ±ores antiguos, mostrÃ¡ndose hoy enemigos de la prepotencia y de la pujanza del Estado, como sus antecesores lo eran ayer de la soberanÃa de los monarcas. El fascismo sabe que la democracia parlamentaria es el rÃ©gimen ideal para que predominen, del modo mÃ¡s descarado, las peores formas de feudalismo moderno.

Presupone la imaginaciÃ³n popular que los seres espirituales deben ser completamente independientes de la gravedad, mientras que conservan las formas y proporciones que la gravitaciÃ³n haya fijado inicialmente...
Cuando los seres espirituales se hacen visibles ya sea a los ojos del cuerpo o de nuestra visiÃ³n interna, su objeto se verÃa frustrado si no aparecieran en una forma reconocible, de modo que su apariencia tomarÃa la forma del cuerpo y la ropa a los que nos hemos acostumbrado. Materialidad, forma y espacio, me veo obligado a creer, son condiciones temporales de nuestra existencia actual. Es difÃcil concebir la idea de un ser espiritual que tenga un cuerpo como el nuestro, condicionado por la exacta fuerza gravitatoria ejercida por la tierra, y con los Ã³rganos que presuponen la necesidad de alimentos y la necesidad de la eliminaciÃ³n de los productos de desecho. Es igualmente difÃcil, encerrados y atados como estamos por las ideas materialistas, el pensar en la inteligencia, el pensamiento, y la voluntad existiendo sin forma ni materia y sin el obstÃ¡culo de la gravitaciÃ³n o el espacio.