Plácido Domingo me hace vomitar cuando canta tangos. Y a veces también cuando no los canta.
Joaquín Sabina
La misión de encontrar y destruir a nuestro propio ego nos acerca a la grandeza.
Todos nos convertimos en lo que pretendemos ser.
Arrête, Matilde -le pidió-. Arrête, s'il te plaît. Me rindo -susurró en francés, con los brazos alzados y la cabeza caída. Su mano se abrió y las fotografías se regaron en torno a él.
Quien ya no se atreve a creer en sí mismo, sino que, involuntariamente, para sentir interroga a la Historia: "¿Cómo debo aquí sentir?", de tan medroso, poco a poco queda hecho actor y re...