Florencia Bonelli: Arrête, Matilde -le pidió-. ...


Arrête, Matilde -le pidió-. Arrête, s'il te plaît. Me rindo -susurró en francés, con los brazos alzados y la cabeza caída. Su mano se abrió y las fotografías se regaron en torno a él.brMatilde supo que algo acababa de romperse en el interior de Eliah y sintió pánico.br-Estoy cansado de vivir de esta manera, lleno de angustia y de desesperación por el temor constante a perderte, por no se suficiente para ti, por anhelar que me ames más que a nadie, por considerarme menos, por no merecerte...br-Eliah, por favor...br-Déjame hablar. Le temo a tu juicio lo mismo que a mis errores, que son muchos, lo sé, pero están en el pasado y nada puedo hacer para cambiarlos. Le temo a tu condena. En verdad, tú estas muy por encima de mí...br-¡No! -clamó ella, e intentó acercarse, pero Al-Saud volvió a elevar los brazos y caminó hacia atrás.br-Te amo de un modo que no es bueno para mí, tampoco lo es para ti. A veces pienso que es una obsesión que terminará con los dos.

Florencia Bonelli


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