Al principio me sentí atraída por las enseñanzas de Buda porque contenían técnicas claras para tratar eficazmente con las situaciones de la vida cotidiana. Las enseñanzas sobre cómo dominar el enfado y el apego funcionaban cuando las ponía en práctica. Desde luego, lleva tiempo educar nuestra mente, así que no debemos esperar milagros, pero según vayamos familiarizándonos con las actitudes realistas y compasivas, las situaciones que anteriormente nos perturbaban dejarán de hacerlo, y a su vez se incrementará la habilidad para hacer significativa nuestra vida para con los demás.
Thubten Chodron