La vida son tres días, dos de fiesta y uno de resaca.
Héctor del Mar
Indianápolis sería bárbaro sin los americanos.
Las buenas palabras, la sonrisa, y los hechos buenos, son los rayos del Sol, reflejados en el alma del hombre.
El crecimiento personal es como una inversión; no es cuestión de oportunidad sino de tiempo.
Yo no quiero París con aguacero ni Fuentealbilla sin ti.