Es culpa mía si las cosas me hieren con más fuerza que a otros
Julio Cortázar
Y ¿es posible que vuestra merced no sabe que las comparaciones que se hacen de ingenio a ingenio, de valor a valor, de hermosura a hermosura y de linaje a linaje son siempre odiosas y mal recibidas?
Los soldados mexicanos se empiezan a pregun-tar qué hacen persiguiendo mexicanos, dónde quedaron la Patria y su historia, dónde el honor y la verguenza...
No queda más remedio: tienen que existir quienes rezan siempre por quienes no rezan nunca
La adicción es típica en todas las historias de amor basadas en el encaprichamiento.
Al llegar al destino final del amor caprichoso: la más absoluta y despiadada devaluación del propio ser.