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Markus Zusak: (Los niños... A veces son muc...

(Los niños... A veces son mucho más astutos que los atontados y pesados adultos.)

Markus Zusak

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SolÃa pensar que la gente de otros paÃses tienen distintos idiomas, costumbres, razas, y por lo tanto, que era difÃcil entendernos el uno al otro. Pero ahora sÃ© que todos somos seres humanos. Con el poder de todos, todos podemos compartir el mismo sentimiento.

Â¡TodavÃa aquÃ, Laertes! Â¡A bordo, a bordo! Â¡QuÃ© vergÃ¼enza! El viento sopla en la popa de tu nave, y sÃ³lo aguardan tu llegada. AcÃ©rcate. Â¡Que mi bendiciÃ³n sea contigo! Y procura imprimir en la memoria estos pocos preceptos: No propales tus pensamientos ni ejecutes nada inconveniente. SÃ© sencillo, pero en modo alguno vulgar. Los amigos que escojas y cuya adopciÃ³n hayas puesto a prueba, sujÃ©talos a tu alma con garfios de acero, pero no encallezcas tu mano con agasajos a todo camarada reciÃ©n salido sin plumas del cascarÃ³n. GuÃ¡rdate de entrar en pendencia: pero, una vez en ella, obra de modo que sea el contrario quien se guarde de ti. Presta a todos tu oÃdo, pero a pocos tu voz. Oye las censuras de los demÃ¡s, pero reserva tu juicio. Que tu vestido sea tan costoso como tu bolsa lo permita, pero sin afectaciÃ³n a la hechura; rico, mas no extravagante, porque el traje revela al sujeto, y en Francia las personas de mÃ¡s alta alcurnia y posiciÃ³n son de esto modelo de finura y esplendidez. No pidas ni des prestado a nadie, pues el prestar hace perder a un tiempo el dinero y al amigo, y el tomar prestado embota el filo de la economÃa. Y, sobre todo, esto: sÃ© sincero contigo mismo y de ello se seguirÃ¡, como la noche al dÃa, que no puedes ser falso con nadie. Â¡AdiÃ³s! Que mi bendiciÃ³n haga fructificar en ti todo esto.

Es extraÃ±o leer acerca de la nueva explosiÃ³n del punk. Hace unos aÃ±os cuando yo leÃa acerca de ello pensaba que era tan estÃºpido, y ahora me estÃ¡ pasando a mÃ. Es bueno saber que Kurt Cobain no viviÃ³ para ver esta mierda.

Hasta entonces, todo habi?a sido para e?l como un gran juego. Se lo habi?a tomado tan en serio como se tomaba cualquier juego y cualquier cuento, sin pensar en las consecuencias. Por primera vez en su vida, una historia continuaba sin e?l, se haci?a independiente, y ni toda la fantasi?a del mundo podi?a hacerla dar marcha atra?s. Se senti?a paralizado.