Herbert Spencer: Verdaderamente es maravilloso ...


Verdaderamente es maravilloso cómo nos dejamos sorprender por palabras y frases que ponen de relieve un aspecto de las cosas, dejando en la oscuridad el aspecto opuesto. Buen ejemplo de esto tenemos y es muy pertinente a la cuestión el recordatorio, en el empleo de las palabras PROTECCIÓN y PROTECCIONISTA en contra del libre cambio, y en la aceptación tácita, por parte de los librecambistas, de la propiedad con que se usan estas voces. Uno de los partidos ha ignorado y el otro no se ha cuidado de patentizar que esa pretendida protección envuelve una agresión, y que el nombre de proteccionista debería cambiarse por el de AGRESIONISTA. Y, no obstante, si para mantener los beneficios de A. se prohíbe a B. que compre a C., o si se impone a B. una multa bajo la forma de derechos de entrada en caso de que compre a C., es evidente que se comete una «agresión» contra B. para proteger a A. El título de AGRESIONISTA es, además, mucho más adecuado a los adversarios del libre-cambio que el bien sonante de PROTECCIONISTA, puesto que para proteger a un productor perjudican a diez consumidores.

Herbert Spencer


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