El único propósito y razón final de toda la música debería ser la gloria de Dios y el alivio del espíritu.
Johann Sebastian Bach
En este extraño mundo, esta mitad del mundo que ahora está a oscuras, tengo que perseguir a un ser que se alimenta de lágrimas
Tras realizar algunas averiguaciones supo que el nombre de la muchacha era Bathsheba Everdene
¡Ni lo sueñen! Yo con gusto empalo por el culo al Papa, ¿pero tocar a un animalito de Dios?
Los argumentos se me ocurren en los momentos más insospechados, como cuando voy caminando por la calle o me estoy probando un sombrero en una tienda y, de repente, una idea espléndida me viene a la ...