Philip K. Dick: El peso le aplastaba los pulmo...


El peso le aplastaba los pulmones, haciéndole difícil y dolorosa la respiración. Tuvo que detenerse para concentrarse y hacer que el aire penetrara en ellos. Puede que sea un ataque cardíaco; en tal caso, no podré subir. Pero el deseo de hacerlo era aún más fuerte que antes: sentía la imperiosa necesidad de estar solo, encerrado en una habitación vacía, libre de testigos, tumbado boca arriba y en completo silencio, con brazos y piernas extendidos; sin necesidad de hablar ni moverse. sin tener que soportar a nadie ni encarar ningún problema. Y que nadie sepa dónde estoy, pensó. Aquello le parecía, con mucho, lo más importante: quería estar ausente, vivir ignorado, no ser visto por nadie.

Philip K. Dick


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