¡Que no panda el cunico!
Roberto Gómez Bolaños
sus probabilidades de morir joven eran muy superiores a sus probabilidades de enamorarse, pero curiosamente estaba a gusto con esa situación.
La vida ocupada resulta larga.
Mary, la hija, pasó la infancia viendo su nombre escrito sobre ua tumba. Una madre desconocida - que llevaba su mismo nombre- había muerto al darla a luz, y eso la llevó a cavilar la vida entera so...
Ese es un París que no se presta a un paseo, es un París que hay que vivir., que hay que experimentar, que crece dentro de ti como un cáncer, y crece y crece hasta que te devora.