Siempre se conservan las huellas de nuestro origen.
No solo estamos en el universo, el universo está en nosotros.
El amor cuenta las horas por meses, los días por años y una pequeña ausencia es un siglo.
La ignorancia mata a los pueblos, por eso es preciso matar a la ignorancia.
A los últimos a quienes perdonamos su infidelidad es a aquellos a quienes hemos decepcionado.