Arturo Pérez-Reverte: Tan peligroso puede ser un est...

¡Qué prueba de la existencia habrá mayor que la suerte de estar viviendo sin verte y muriendo en tu presencia!

En efecto, la institución de la herencia presupone ya la propiedad privada, y ésta surge solamente con la aparición del intercambio.

Si el mundo te mantiene siempre ocupado, nadie tiene que preocuparse por lo que tienes en mente. Si la imaginación de todo el mundo está atrofiada, nadie más será nunca una amenaza para el mundo.

Los muertos son una mierda. ¿Cómo que son una mierda? - Lo único que hacen es joderle la paciencia a los vivos.