Amo a la Humanidad, lo que me revienta es la gente. -Susanita.
Quino
Si una mujer se vuelve a casar al quedarse viuda, odiaba a su primer marido; si un hombre se casa por segunda vez, adoraba a su primera esposa.
Cuando una multitud ignorante trata de ver las cosas con sus propios ojos, o por su cuenta y riesgo, corre grave peligro de engañarse.
Yo no amenazo, no acostumbro amenazar. Solo advierto una vez. El día que me toquen a alguno de mis hombres se acabó el estado de derecho.
Tanto las Sagradas Escrituras como la naturaleza proceden de la divina palabra dos verdades no pueden contradecirse mutuamente