Honrar a Dios es fundamental, pero también lo es respetar a nuestro prójimo. De hecho la verdadera adoración a Dios es posible cuando uno respeta a su prójimo.
Dalai Lama
El ajedrez es vanidad
Cruel es la ira, e impetuoso el furor; mas, ¿quién parará delante de la envidia?
Recuerda que a los grandes dolores pone fin la muerte; que los pequeños se interrumpen con frecuentes intervalos de tranquilidad; y que a los sufrimientos medianos sabemos dominarlos.
Me temo que Nietzsche fue destruido porque fue anegado por lo anticuado.