Quien escribe gusta del halago, pero el escritor en cambio, ha de aprender a gozar con el arrecio, con el golpe de martillo sobre el yunque de su obra. Solo así podrá forjar aiestos.
Rafael Gibelli
El hombre no reza para dar a Dios una orientación, sino para orientarse debidamente a sí mismo.
Nada revela mejor el carácter de los hombres que una burla tomada a mal.
El verdadero medio de ganar mucho consiste en no querer nunca ganar demasiado.
La Cour Carrée
Oh rápida, te amo.
Oh zorra apresurada al borde del vestido
y límite afilado de la bota injuriante,
rodilla de Artemisa fugaz entre la piedra,
os amo,
sombra huidiza en la escalera ...