¡Oh noche que guiaste!
Juan de la Cruz
Julio César podría ser mi padre, o Alejandro.
Cargo con las consecuencias de la vigilancia electrónica (?) que nos envenena inútilmente
Dios es una desesperanza que empieza donde terminan las otras.
Más vale permanecer callado y que sospechen tu necedad, que hablar y quitarles toda duda de ello