No pido para ti, ni te deseo una vida color rosa para este año nuevo, porque eso no existe.
Pido a Dios que puedas manejar todas tus emociones.
Pido a Dios que nunca te falte la esperanza y que no dejes de soñar.
Y te deseo que te sobren las fuerzas y la actitud para resolver todos los problemas, que inevitablemente vendrán.
¡Feliz Año Nuevo para ti y tus seres queridos!