Él me destrozó el corazón. Tú apenas me destruiste la vida
Vladimir Nabokov
Nunca nos acostumbramos a ser menos importantes para los demás de lo que ellos lo son para nosotros.
La plata y la estaca me romperán el corazón, mas los hombres jamás me herirán.
Era la enamorada de todas las novelas, la heroína de todos los dramas, el vago ?ella? de todos los volúmenes de versos. Encontraba en sus hombros el color ambarino de la odalisca en el baño, tenía...
La prontitud devota de nuestro espíritu y crianza, la poca detención en el conocimiento de nuestra máquina corporal y la mucha miseria de nuestra filosofía, nos arroja a empujar hacia la banda de ...