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Isabel Allende: Porque no soy una persona soci...

Porque no soy una persona sociable, no tengo muchos amigos ni me gustan las fiestas o el bochinche, por el contrario, me siento mejor solo.

Isabel Allende

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En mi opiniÃ³n, los Evangelios son meticulosamente autÃ©nticos, pues en ellos se encuentra la reflexiÃ³n eficaz de lo sublime que emana de la persona de Cristo; y eso es tan divino como lo mÃ¡s divino que ha aparecido en la Tierra.

cuando un autor da sus pÃ¡ginas a la publicidad, se dirige, no a la multitud que arrojarÃ¡ a un lado el libro, o jamas lo tomarÃ¡ en las manos, sino a los muy contados que lo comprenderÃ¡n mejor que la mayorÃa de sus condiscÃpulos de colegio o sus contemporÃ¡neos. Y no faltaran autores que en este punto vayan aun mas lejos en ciertos detalles confidenciales que pueden interesar sÃ³lo, y exclusivamente, a un corazÃ³n Ãºnico y a una inteligencia en perfecta simpatÃa con la suya, como si el libro impreso se lanzara al vasto mundo con la certeza que ha de tropezar con el ser que forma el complemento de la naturaleza del escritor completando el cÃrculo de su existencia al ponerlos asÃ en mutua comunicaciÃ³n.

Â¡Tom!, Â¿cÃ³mo pudiste ser tan noble?

Si el veredicto era culpable habÃa castigo severo. Una forma de la doctrina concebÃa este castigo como eterno, y transmitiÃ³ a la teologÃa posterior la nociÃ³n del infierno. Otra forma adoptÃ³ la idea de la transmigraciÃ³n: el alma renacÃa vez tras vez en vidas mÃ¡s felices o amargadas que antes segÃºn la pureza o impureza de su existencia anterior; y esta rueda de renacimientos continuaba girando hasta que se lograba pureza completa, y el alma era admitida en las Islas de los Benditos. Otra variante ofrecÃa la esperanza de que el castigo en Hades pudiera terminar por medio de penitencias ejecutadas de antemano por el individuo, o despuÃ©s de su muerte, por sus amigos. De esta manera surgiÃ³ una doctrina de purgatorio e indulgencias.