Alejo Carpentier: Y comprendía, ahora, que el h...


Y comprendía, ahora, que el hombre nunca sabe para quién padece y espera. Padece y espera y trabaja para gentes que nunca conocerá, y que a su vez padecerán y esperarán y trabajarán para otros que tampoco serán felices, pues el hombre bransía siempre una felicidad situada más allá de la porción que le es otorgada.

Alejo Carpentier


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