No ganamos porque perdimos
Ronaldo
En una cruz a Cristo vi Cuando Él por mí sufrió; Los ojos Él fijó en mí Cuando Él allí murió. Y su mirada triste allí Jamás olvido yo; Sentí que me acusaba a mí, Mas Él jamás me habló....
La imperiosa necesidad de subsistir no debe obligar a un hombre a renunciar a su dignidad.
Cuántas veces le había dado una propina exagerada al camarero, sólo porque pensó que él iba a morir y no lo sabía
Con ese libro hacía llevaderas sus horas de ocio y se sentía consolado en las de abatimiento.