Se inclinó hacia mí, envuelto en bronce, oliendo a sudor, cuero y metal. Cerré los ojos al sentir sobre mis labios los suyos, la única parte aún suave de Aquiles. Después de marcho.
Madeline Miller
si reescribes el pasado, el presente también cambiaría de forma espontánea. Y es que el presente se forma por acumulación del pasado.
Asimismo, he podido desear ver construir un objeto muy especial que respondiese a una fantasía poética cualquiera.
La mujer que no hace del hombre su súbdito, su esclavo, ¿qué digo?, su juguete, y que no le traiciona riendo, es una loca.
Cuanto más viejo me hago más propenso a creer que si el amor ha de juzgarse por sus efectos visibles, se parece más al odio que a la amistad.