Amar es la única palabra de la que de ella se dice algo cierto.
Anenita
Nadie tan aficionado a secretos como aquel que no hace intención de guardarlos.
La política está en el aire mismo que respiramos, igual que la presencia o ausencia de Dios.
El alma desordenada lleva en su culpa la pena.
Lo importante no es lo que nos hace el destino, sino lo que nosotros hacemos de él.