Metí un dólar en una máquina de cambio. Nada cambió.
George Carlin
toca sus corazones, la piel empieza a transpirar a desear.
A Papá Noel le pediría que parara mi vida a los 25 años, para que pudiera jugar siempre a la pelota.
No, yo no soy un imposible; difícil sí, pero quien persevera alcanza.
Lo malo no es estar en el mismo lugar - dijo Tata - Lo malo es no dejar que viaje tu mente.