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Richelle Mead: Tasha y yo debería invertir e...
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Richelle Mead
Tasha y yo debería invertir en máscaras en plan fantasma de la ópera
Richelle Mead
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poemas de alfredo le pera
La perfección es un ideal del ser humano que nunca llegará a alcanzar, porque el mismo es imperfecto.
Pero yo te quiero. ¡Si pudieras sólo imaginar cómo te amo! Amo todo lo que hay en ti de particular, lo positivo y lo que no lo es, todos los aspectos comunes de tu persona, tan queridos en su extraordinaria combinación, tu rostro ennoblecido por una luz interior, un rostro que, sin esto, acaso no resultara bello, tu talento y tu inteligencia, que parecen haber ocupado el puesto de toda la voluntad que te falta. Todo lo tuyo es querido para mà y no conozco hombre mejor que tú.
Cada dÃa me miro en el espejo y me pregunto: "Si hoy fuese el último dÃa de mi vida, ¿querrÃa hacer lo que voy a hacer hoy?". Si la respuesta es "no" durante demasiados dÃas seguidos, sé que necesito cambiar algo.
Porque influir en una persona es darle la propia alma. Esa persona deja de pensar sus propias ideas y de arder con sus pasiones. Sus virtudes dejan de ser reales. Sus pecados, si es que los pecados existen son prestados. Se convierte en eco de la música de otro, en un actor que interpreta un papel que no se ha escrito para él. La finalidad de la vida es el propio desarrollo. Alcanzar la plenitud de la manera más perfecta posible, para eso estamos aquÃ. Hoy en dÃa las personas se temen unas a otras. Han olvidado el mayor de todos los deberes, lo que cada uno se debe a sà mismo. Son caritativos, por supuesto. Alimentan al hambriento y visten al mendigo. Pero sus almas pasan hambre y ellos mismos están desnudos. Nuestra raza ha dejado de tener valor. Quizá no lo haya tenido nunca. El miedo a la sociedad, que es la base de la moral; el miedo a Dios, que es el secreto de la religión: esas son las dos cosas que nos gobiernan.