Abre tu corazón para recibir el mejor regalo imaginable: Jesús se ha dado a Sí mismo por ti, muriendo y sirviéndote, para estar contigo por toda la eternidad. Recibe esto. Aléjate de tu pecado y de tu propia justicia. Hazte como un niño. Confía en Él. Confía en Él. Confía en Él con tu vida.
John Piper