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Henning Mankell: Aunque más adelante he elegid...

Aunque más adelante he elegido mal de vez en cuando en la vida, nunca podrá compararse con la derrota que supone no elegir en absoluto.

Henning Mankell

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Lo recuerdo (yo no tengo derecho a pronunciar ese verbo sagrado, sÃ³lo un hombre en la tierra tuvo derecho y ese hombre ha muerto) con una oscura pasionaria en la mano, viÃ©ndola como nadie la ha visto, aunque la mirara desde el crepÃºsculo del dÃa hasta el de la noche, toda una vida entera. Lo recuerdo, la cara taciturna y aindiada y singularmente remota, detrÃ¡s del cigarrillo. Recuerdo (creo) sus manos afiladas de trenzador. Recuerdo cerca de esas manos un mate, con las armas de la Banda Oriental; recuerdo en la ventana de la casa una estera amarilla, con un vago paisaje lacustre. Recuerdo claramente su voz; la voz pausada, resentida y nasal del orillero antiguo, sin los silbidos italianos de ahora.

No es irÃ³nico. La ironÃa es el resultado inesperado de una situaciÃ³n esperada. Esto es solo una de tus manÃas.

Si en esta casa hubiera hierbas, ya te encargarÃas de traer a pastar las ovejas del vecindario.

El gobierno es, a lo mÃ¡s, una conveniencia; aunque la mayorÃa de ellos suelen ser inÃºtiles, y alguna vez, todos sin excepciÃ³n, inconvenientes. Las objeciones puestas al hecho de contar con un ejÃ©rcito regular, que son muchas y de peso, y merecen prevalecer, pueden ser referidas en Ãºltima instancia a la presencia de un gobierno igual de establecido. El ejÃ©rcito regular no es sino el brazo armado del gobierno permanente. Ãste, a su vez, aunque no representa sino el modo elegido por el pueblo de ejecutar su voluntad, es igualmente susceptible de abuso y perversiÃ³n antes de que aquÃ©l pueda siquiera actuar por su mediaciÃ³n.