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Enrique Jardiel Poncela: Siempre he soñado con besar a...

Siempre he soñado con besar a la mujer amada a la luz de la luna -prosigió él con la imbecilidad astronómica propia de tantos enamorados

Enrique Jardiel Poncela

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Cuando la entidad colectiva intramundana ocupa el lugar de Dios, la persona se convierte en miembro al servicio del contenido mundano sacralizado, esto es, deviene instrumento(...). El problema de su modo de vida de su existencia fÃsica y espiritual solo resulta importante en relaciÃ³n con la existencia de la comunidad a la que pertenece(...).

Â¡Oh noche! Â¡Oh refrescantes tinieblas! Â¡Sois para mÃ seÃ±al de fiesta interior, sois liberaciÃ³n de una angustia! Â¡En la soledad de las llanuras, en los laberintos pedregosos de una capital, centelleo de estrellas, explosiÃ³n de linternas, sois el fuego de artificio de la diosa Libertad!
Â¡CrepÃºsculo, cuÃ¡n dulce y tierno eres! Los resplandores sonrosados que se arrastran aÃºn por el horizonte, como agonizar del dÃa bajo la opresiÃ³n victoriosa de su noche, las almas de los candelabros que ponen manchas de un rojo opaco en las Ãºltimas glorias del Poniente, los pesados cortinajes que corro una mano invisible de las profundidades del Oriente, inician todos los sentimientos complicados que luchan dentro del corazÃ³n del hombre en las horas solemnes de la vida.

AdemÃ¡s, aquella noche era distinta. La luna lucÃa llena en el cielo, brillando en las alturas como un dÃ³lar de plata, y el aparcamiento delantero del 26 estaba vacÃo.

... aquel sentimiento que suele calificarse de tolerancia: una tibia mezcla de asco, desprecio y compasiÃ³n. El hombre ya no le conmo?vÃa. Le resultaba indiferente.