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Jean Paul Sartre: Cada instante aparece para tra...

Cada instante aparece para traer los siguientes. Me aferro a cada instante con toda el alma; sé que es único, irremplazable, y sin embargo no movería un dedo para impedir su aniquilación.

Jean Paul Sartre

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Muchos grupos en este paÃs les gusta controlar como hablas.

Dentro de aquella casa con las persianas cerradas, sentÃ un odio profundo hacia la primavera. OdiÃ© todo lo que me habÃa traÃdo, odiÃ© el dolor sordo que sentÃa en mi interior. Era la primera vez en mi vida que odiaba algo con tanta intensidad.

SÃ³lo el amor mÃ¡s profundo me harÃ¡ contraer matrimonio es por eso por lo que terminarÃ© soltera.

42. Aplausos Â Â Â El aplauso es por lo general una recompensa de lo ignoto. Puede sonar aislado o como un coro imponente de palmas. Sobreviene como el Ã¡mbar y a veces tiene color de profecÃa. Puede ser una peligrosa tentaciÃ³n o tambiÃ©n un azoro de la humildad. Cuando provoca jaqueca o dolor de garganta, es porque no estamos preparados para el rito. Si el aplauso es un alrededor, vale la pena alzar el vuelo. No para siempre, por un rato, medir de lejos la eclosiÃ³n, sin repentina vanidad y sin falsa modestia. Como el aplauso viene de las sombras hay que pensar por quÃ©. De todos modos uno los colecciona: cuelga algunos en el corazÃ³n y otros en el perchero. El aplauso puede ser un mensaje, un empeÃ±o, un galardÃ³n, pero tambiÃ©n una lÃ¡stima, un golpe de ironÃa. Puede venir de tres amigos generosos o de un estadio repleto. De todos modos, hay que aprender a vivir sin aplausos, o sÃ³lo con el aplauso de la conciencia espontÃ¡nea y veraz.